Investigación del Dr. Hayashi

Hidemitsu Hayashi, cirujano cardiovascular japonés, Director del Water Institute de Japón, ha investigado desde 1985 los beneficios del agua rica en hidrógeno sobre la salud y el antienvejecimiento.

Uno de sus hallazgos está relacionado con el metabolismo.

Una o dos semanas después de iniciar la ingesta de agua rica en hidrógeno, las personas experimentan un cambio en sus heces. Es decir, las heces oscuras, con fuerte olor, duras y compactas se convierten en heces más claras, más blandas y sin mal olor.

Los adultos tendemos a pensar que es natural que nuestras heces tengan un mal olor pero, en realidad, no es así. La madre que amamanta a su hijo sabe, por su experiencia, que cuando las heces de su bebé son claras y con poco olor, éste está sano y se está desarrollando adecuadamente. Por el contrario, si sus heces son oscuras y tienen un fuerte olor, el bebé está irritable y febril e incluso puede vomitar.

La formación de heces de olor exagerado se denomina fermentación anormal del tracto gastrointestinal, lo contrario de la fermentación normal. En otras palabras, si las deposiciones excretadas tienen un olor fétido ello significa que se ha producido una fermentación anormal. Algunas de las sustancias tóxicas y patógenas que causan estas heces son:

  • Sulfuro de hidrógeno: una sustancia fuertemente tóxica con un característico olor a huevo podrido.
  • Amoníaco: Una sustancia fuertemente tóxica con un fuerte olor típico de los baños públicos.
  • Histamina: Una sustancia desencadenante de enfermedades alérgicas.
  • Indol: Una substancia tóxica y cancerígena con un fuerte olor a cebolla podrida.
  • Fenol: Reconocido como carcinógeno debido al ácido carboxílico.
  • Nitrosamina: Reconocido como carcinógeno de primera clase.

En cierto sentido, no actuar frente a este tipo de heces es como tener una bomba de relojería en el cuerpo. Sin embargo, es posible desactivarla bebiendo agua rica en hidrógeno.

Cuando digerimos la comida en nuestro estómago e intestinos, los nutrientes se absorben a través de las paredes intestinales y pasan al hígado a través de la vena porta hepática. A continuación, los nutrientes experimentan en el hígado diversos procesos metabólicos, tras lo cual pasan a la vena cava inferior y son transportados a los órganos del cuerpo mediante el sistema circulatorio.

Es decir, que se transportan en este orden: hígado → vena hepática → vena cava inferior → circulación general → órganos del cuerpo.

Si pensamos en el hígado como una especie de "centro de control," los procesos que se producen antes de llegar al hígado pueden denominarse como "aguas arriba" y los procesos que tienen lugar al abandonar el hígado como "aguas abajo"

Metabolismo

Cuando la parte del proceso anterior al hígado está contaminada, "aguas abajo" también se produce contaminación. Por lo tanto, las sustancias generadoras de enfermedades aguas arriba, causarán enfermedades aguas abajo.

Debido a que las sustancias que causan heces perjudiciales son sustancias que resultan de la putrefacción de las proteínas (huevos, pescado o carne), se les llama "metabolitos putrefactos." En pocas palabras, es como si la gente que siempre excreta heces perjudiciales estuviera comiendo huevos, pescado y carne podridos todos los días. Si realmente estuviesen ingiriendo comida podrida, enfermarían de inmediato, mientras que en el caso de la fermentación anormal del tracto gastrointestinal la comida se pudre después de comer, por lo que la enfermedad aparece más tarde.

Por lo tanto, es importante llevar un estilo de vida que no genere heces perjudiciales.

El agua rica en hidrógeno evita las heces perjudiciales:

Testimonios